excerpt from an earlier entry, translated:
Cuando pienso en el acto de comer carne, pienso en abrir la puerta una mañana fría, sóla aun en la presencia de un amante, y me encuentro con un pájaro muerto en el escalón. No quiero ni tocarlo ni moverlo porque el amor nunca quiere acercarse a la muerte, ni tan cerca como pasar el rato atrapado en el ascensor con un perro y tres días de alimentarse solo de ajo, sin bañar, porque todavía no ha pasado ningún día sin lluvia para tender las toallas y el piso es como un baño de humo y hongos, y te acostumbras.
Pero en el ascensor o por el asfalto, no hay tiempo para acostumbrarse, y entonces, os miráis, y eso es todo, los romanos y saber que hoy habrá sol y sí tuvieras hambre, podrías comer el pájaro y enfermarte como la gente en lugares pobres que tienen que comer los muertos que arrojan.
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